Es un procedimiento quirúrgico que mejora la estructura de la nariz, logrando una mejor apariencia facial y conservando o mejorando su función.
Se trabajan los cartílagos y huesos de la nariz para obtener la forma y angulación ideal. La recuperación inicial es de 10 a 15 días, pero el proceso inflamatorio puede durar de 2 a 3 meses, con los resultados finales visibles después de este período.